jueves, 25 de febrero de 2010


Cuando dos sujetos conforman una pareja, simultánea y sobrepticiamente se construye un cuarteto: vos, él, su ex y tu ex.
Reales o ideales, los ex siempre existieron. Y, para peor, existen. Fantasmas que sobrevuelan la nueva relación, sometiéndola a una comparación constante.
De movida, las ex ponen en evidencia que él no es tan perfecto como parece. Sino, la ex y lo hubiese retenido a toda costa. Por eso, indagar los motivos del alejamiento de las ex es un buen ejercicio para anticipar los problemas futuros. "Cortamos porque la histérica decía que yo era inmaduro y que no quería comprometerme". Sabelo: Es inmaduro y no quiere comprometerse. Ni con ella, ni con vos.
Las razones de tu "enemiga" son, en el 99,9% (y periódico) de los casos, tus futuros motivos. La susodicha ya vivió tu historia: lo conoció a él, pensó que era genial, se imaginó con hijos y perro labrador, se desepcionó, se cansó, se alejó y le dijo que era inmaduro y no comprometido. Ahora bien, aún si podés elegir vivir la historia. Pero nunca digas "yo no sabía". La ex te lo había anticipado.
Por eso, la ex, lejos de ser tu enemiga, es tu amiga. Ella no lo sabe. Es más, seguramente te odie. Pero vos querela y considerala no sólo una amiga, sino la mejor de todas. Ella es quien preparó a tu hombre para que hoy esté con vos; la que le enseñó a comer verduras grilladas y sushi; que -en vano- se esforzó para hacerlo madurar; la única en el mundo capaz de comprender el tedio que significa almorzar un domingo con tu suegra; la que, son sus gritos del final, contrasta y destaca tu suavidad del comienzo.

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